1 PARQUE ALMUNIA ----> 2 FACULTAD DE BELLAS ARTES -----> 3 CORTIJO DE LOS CIPRESES -----> 4 AZUCARERA DE SAN ISIDRO -----> 5 PARROQUIA DE SANTA MARÍA MICAELA ------> 6 CALLE SAGRADA FAMILIA ------> 7 CALLE VELETA -----> 8 CALLE ANTONIO MACHADO
Uno de los atractivos de la toponimia para la creencia popular de los barrios de que existe una conexión, a veces mística, entre el nombre de cada lugar con el nombre que significa. Esta creencia no es sorprendente, puesto que muchos topónimos tienen su origen en algún rasgo físico del lugar designado que llamó la atención de los hablantes. A veces, hay que tejer bien los hilos para conocer su primitivo significado, ya que se recurre frecuentemente a expresiones jocosas o llamativas en el momento que denominó por vez primera a ese lugar.
La Chana forma parte del conjunto de vías y plazas que en la segunda mitad de la década de los sesenta se reservaron a los insignes personajes, como Antonio Machado, que ejercieron su labor en defensa de sus ideales y en la lucha por reivindicarlos a través de sus palabras.
Augura una cristalización de un barrio con mucho porvenir en el que las familias y los hijos son el sustento vital del mismo.
La calle "Sagrada Familia" empapa toda la armonía del lugar: desde los edificios atolondrados, hasta los sonidos variopintos y carismáticos, como los gorjeos de las golondrinas pasando por encima, y el ambiente nocturno del barrio que se hace casi cotidiano.
Esta vía es una de las más concurridas y típicas del barrio. Sus gentes y sus bares la convierten en una de las calles más interesantes de la zona.
Jesús Arias, el gran músico y periodista nació en el número 3 de esta calle y fallecido el 2 de diciembre de 2015. Por lo que aparece ya inmortalizado en su casa natal de La Chana, en un espectacular mural realizado por El Niño de las Pinturas.
La Junta de Andalucía ha incluido en el catálogo de Bienes de Interés Cultural a la azucarera de San Isidro, como Lugar de Interés Industrial. Se trata de un rico patrimonio abandonado desde los años 80. El edificio está compuesto por diferentes instalaciones que estuvieron relacionadas con la extracción de azúcar y sus derivados.
La alzada del edificio está inspirada en la tradición estética de los antiguos palacetes nazaríes, tendencia que estuvo de moda a finales del siglo XIX y principios del XX siguiendo corrientes de eclecticismo historicista en arquitectura, de gran aceptación entre la burguesía de su tiempo.
Se encuentra situado en el llamado Cortijo de los Cipreses, en el pago de Almanjáyar, al norte de la capital de Granada, fue una de las más hermosas construidas en la vega. La vivienda tenía dos patios interiores, pudiendo existir en uno de ellos un pozo de origen nazarí.
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