El Corpus se convierte en un auténtico espacio para la diversión y el entretenimiento de adultos y pequeños.
De toda la festividad, destaca sobremanera la procesión de la Custodia, siempre arropada por miles de fieles por las calles entoldadas y alfombradas; con hierbas aromáticas de la vega y los pétalos que se le lanzan desde los balcones del recorrido y llenas de público para presenciar esta antigua tradición, una de las más antiguas de Granada.
El Corpus 2018 ya se percibe en Granada.
- Las tardes: en el paseo del río Genil y alguna pelea con mozos de los pueblos, también.Por la noche: la verbena y los bailes en el ferial, que quedaba un poco lejos. Lo que más me gustaba era la mezcla de gente de todas las edades. Habitábamos en un microuniverso especial, carcajeante y a la vez doloroso…
- Mi mejor recuerdo es, sin embargo, el de la inesperada sesión de pavoneo que nos daban las chicas, para que nuestros reprimidos cuerpos saltaran estrepitosamente a cortejarlas.
- También para montarnos en un escenario con tablas de madera sobre la arenilla que crujía al compás del trepidante bailoteo. Ese comer y beber y bailar hasta hartarse. me parecían un despropósito del populacho. Entonces me podía el esplín, la angustia de vivir, la melancolía, un muermazo de crío era, ya digo. En esto de las fiestas del Corpus me ha pasado como con las rumbas, los boleros y las coplas mal tocadas por una orquesta de baja armonía. Al ritmo de estos movimientos, me he curado de los prejuicios con los años alocados de aquella juventud. Está claro, la vida pasa entre fiesta y fiesta, entre concierto y concierto, entre ola y ola. Corpus a Corpus.
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